martes, 3 de septiembre de 2013

¿Falta de Medición en Relaciones Públicas?


El avance de las relaciones públicas es  indudable. La amplitud del campo profesional se puede observar simplemente con realizar un recorrido por la historia de la profesión y es justificado a partir de la demanda, por parte de las organizaciones, de este tipo de profesionales.

Esta actitud destaca que los relacionistas públicos somos parte fundamental de la comunicación organizacional. Esto se debe a la función de gestión entre la organización y todos sus públicos fortaleciendo el vínculo y generando una imagen positiva.

Sin embargo, en un mundo donde los resultados se miden en cifras y se persiguen beneficios tangibles, nos enfrentamos  al reto de poder demostrar el valor y  aporte que genera nuestra profesión a las organizaciones.
¿Resulta un desafío o un obstáculo poder demostrar la importancia y el aporte que generamos en las organizaciones? Sin duda es un constante desafío.

Es cierto  que aún cuando se utilice una metodología o una técnica específica sigue existiendo la posibilidad de contar con determinado margen de error. Pero, también es importante destacar los cambios constantes a los cuales está expuesto el plan de relaciones públicas desde el inicio y hasta la finalización del mismo. Y además, la dinámica del escenario en el cual se desarrolla el plan y a las modificaciones en las actitudes del público al cual está dirigido.

A partir de esta elasticidad que representa el entorno es que observo que  la claridad, a la hora de  medir el beneficio que otorga  el desarrollo de un buen plan de relaciones públicas, podría estar relacionada con la adecuada utilización de las herramientas cualitativas.

Quizás, resulte erróneo pretender encontrar, o forzar, indicadores numéricos que representen los resultados de nuestras acciones. Es decir, en la avidez por encontrar técnicas cuantitativas que demuestren el potencial de las tareas realizadas, es probable que no se desarrollen de forma adecuada las técnicas cualitativas que tanto aportan en materia de medición de intangibles. Incluso, podrían utilizarse técnicas cualicuantitativas.
Es necesario mencionar la importancia de la inversión de recursos destinados a la evaluación y medición por parte de las organizaciones. Generalmente, las técnicas cualitativas representan una mayor inversión por parte de la organización debido al tiempo y calidad que requiere su apropiado desarrollo. Es momento entonces de valorar adecuadamente este tipo de medición y vislumbrar la necesidad de su utilización e inversión.


Posiblemente cuando se logre concebir que la medición no solo es válida cuantitativamente se dejará de pensar en la falta de medición para comenzar  a pensar en la posibilidad de una medición diferente, compleja y detallista que representa a una profesión diferente, a veces compleja y siempre muy detallista como son las Relaciones Públicas.


Lic. Melisa Quagliata
MeLóN Comunicaciones